En esta ocasión nos situamos en el Barrio de Salamanca, en Madrid, con el diseño de una elegante cocina ‘abierta’ al salón, pero a la vez separada por un sistema de puertas correderas en cristal. ¿La ventaja de esta propuesta? Contamos con un espacio relativamente privado, eliminamos el miedo a los posibles olores y, a la vez, dejamos fluir la luz natural por toda la estancia mientras ofrecemos una gran sensación de amplitud.
Esta idea de diseño semi abierto influyó también en la elección del suelo, para el que se escogió combinar el uso de la madera que cubría el salón, con una zona en gres en blanco y negro y con estampado vintage para la zona del triángulo de trabajo.
En cuanto al diseño del mobiliario de la cocina, se plantearon tres zonas claras: la zona de trabajo con distribución en U, columnas de almacenaje y una zona de comedor.
El material escogido fue un estratificado blanco antihuellas, con tiradores en forma de gola horizontal y vertical para crear una línea estética moderna y uniforme. Y, por este mismo motivo, se optó por integrar los electrodomésticos.
Una cocina a medida diseñada en blanco prácticamente en su totalidad, salvo por el detalle en madera de los estantes en la zona de almacenaje.
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