Ventajas e inconvenientes de las cocinas de inducción
¿Inducción, gas o vitrocenámica? La pregunta definitiva, sobre todo para los que aman de verdad la cocina. Su respuesta dependerá de varios factores: muchos defienden la tradición de la cocina de gas y su mayor capacidad para mantener texturas y sabores; otros alaban la economía y la seguridad que proporcionó la aparición de la vitrocerámica en su día. Sin embargo, al hablar de innovación tenemos que destacar a la inducción. Es por eso que hoy vamos a recopilar cuáles son las ventajas e inconvenientes de las cocinas de inducción.
¿Cómo funciona una cocina de inducción?
La principal cualidad de la inducción es que el calor se genera a través de un electroimán (a diferencia de las vitrocerámicas, que funcionan con resistencias) que, al entrar en contacto con el metal de la sartén o la olla, va a generar un campo electromagnético de tal potencia que permite emitir muchísimo calor. De este modo, la inducción permite que solo se caliente el alimento, y no el recipiente en sí.
Así, a continuación desglosamos las ventajas e inconvenientes de las cocinas de inducción.
Ventajas de las cocinas de inducción
– La seguridad. Al calentar solo el alimento, tanto el recipiente como el cristal permanecen templados, por lo que los posibles restos de grasa o alimentos que puedan salirse no se podrán quemar y, por tanto, se reduce el peligro de incendios. Además, se reduce también el riesgo de accidentes domésticos y quemaduras, sobre todo cuando hay niños pequeños en casa.
– La rapidez. Es un sistema que calienta el doble de rápido que una cocina de vitrocerámica por lo que, en caso de estrenar una cocina de inducción, es importante acostumbrarse a estos tiempos si no queremos quemar la comida.
– La eficiencia. Al ser un sistema tan rápido, el consumo energético que necesita para cocinar es también menor. Además, la inducción no genera pérdidas de calor, por lo que se estima que el ahorro puede suponer de hasta un 50%.
– La limpieza. Como los alimentos derramados no se quedan pegados por el calor, es mucho más fácil de limpiar.
– La innovación. Hay sistemas de inducción de lo más innovadores, que permiten que la zona de cocción se ajuste al tamaño del recipiente empleado, o con con funciones extra, como poder programar tiempos (esto también existe en modelos de vitrocerámicas), poder controlar la temperatura del aceite… Incluso existen las llamadas ‘cocinas invisibles’, una encimera que incluye el sistema de inducción integrado, de forma que, a simple vista, no se aprecia y, además, ofrece la posibilidad de aprovechar esa zona de encimera como zona de trabajo, ya que es muy resistente a los rayados. No duden en preguntarnos por esta opción, estaremos encantados ofrecerles más información.
Inconvenientes de las cocinas de inducción
– El precio. Es de las tres la más costosa pero, si tenemos en cuenta el ahorro energético, a la larga se puede convertir en una buena inversión.
– Requiere utensilios específicos. Seguramente las ollas y sartenes que tengamos en casa no nos sirvan para nuestro nuevo sistema de inducción, ya que se requiere recipientes con base de material ferromagnético, por lo que hay que añadir al desembolso inicial la compra de utensilios nuevos.
– Cambio en el modo de cocinado. Como decíamos anteriormente, si estamos acostumbrados a cocinar con vitrocerámica, puede que nos cueste un poco adaptarnos a los nuevos tiempos y nuestros platos no queden de la misma forma. Pero, con la práctica, conseguiremos dominarlo y, además, estaremos ahorrando tiempo.
Esperemos que les haya resultado útil este artículo sobre las ventajas e inconvenientes de las cocinas de inducción. Como saben, si necesitan resolver cualquier duda o quieren que les ayudemos con la reforma o actualización de su cocina, no duden en visitarnos en nuestro showroom.